viernes, 10 de abril de 2009

PLOMO

Se empieza a utilizar, aproximadamente, en el año 5000 a.C., adquiriendo gran importancia
durante el periodo romano y a partir del siglo XIX. El mineral de plomo más empleado es
la galena, que está compuesta de sulfuro de plomo.

Sus características son:
• Es muy maleable y blando.
• De color grisáceo-blanco muy brillante cuando está recién cortado. Se oxida con facilidad,
formando una capa de carbonato básico que lo autoprotege.
• Resiste bien a los ácidos clorhídrico y sulfúrico, pero es atacado por el ácido nítrico y
el vapor de azufre.

Por su capacidad de resistir bien a los agentes atmosféricos y químicos, el plomo tiene
multitud de
aplicaciones, tanto en estado puro como formando aleaciones. Las más
importantes son:

En estado puro:
– Óxido de plomo. Usado para fabricar pinturas al minio (antioxidantes).
– Tuberías. Está prácticamente en desuso.
– Recubrimiento de baterías, protección de radiaciones nucleares (rayos X), etc.

Formando aleación:
– Soldadura blanda, a base de plomo y estaño, empleado como material de aportación.

La obtención del plomo consta de cuatro fases:

1. Enriquecimiento: La galena se tritura y muele. Luego se separa la ganga de la mena mediante flotación.
2. Oxidación de los sulfuros: Hay que tostar (a unos 700 °C) todos los sulfuros de Pb para transformarlos en óxidos. Al añadir sílice y cal, se obtiene monóxido de plomo (PbO).
3. Reducción del monóxido de Pb: Se realiza en un horno de mufla (especie de horno alto en pequeño). Se usa carbón de coque y cal. El plomo obtenido contiene muchas impurezas. Se llama plomo de obra.
4. Afinado del plomo: Hay dos fases: 1ª Separación de otros metales (cobre, cinc, plata, etc.) y la 2ª Afinado electrolítico.


No hay comentarios:

Publicar un comentario